El desperdicio de alimentos ha alcanzado niveles muy altos en Europa y en todo el mundo, lo que ha tenido un impacto negativo en el medio ambiente, la economía y la sociedad. Hasta la fecha, las mayores cantidades de desperdicio de alimentos provienen del sector doméstico, el sector de la restauración y el comercio minorista. Por lo tanto, es necesario comprometerse a reducir los problemas en la gestión de residuos, las emisiones de gases de efecto invernadero y los impactos sociales y económicos relacionados, promoviendo prácticas sostenibles en toda la cadena de suministro para garantizar un consumo responsable.
Con esto en mente, RINA ha creado el servicio de certificación "GO 2 FOOD SAVING" (GO2FS), que define los requisitos mínimos de un sistema de gestión orientado a lograr una reducción eficiente de las pérdidas y desperdicios de alimentos a través de un enfoque responsable orientado a optimizar procesos y recursos mejorando sus impactos socioambientales y económicos.
Los Standard GO2FS, en consonancia con los objetivos de la Agenda 2030 y los principios Farm to Fork, son aplicables a todas las organizaciones de cualquier tipo y tamaño, públicas o privadas, que intervengan en todas las fases de la cadena agroalimentaria.
Las ventajas de la certificación GO2FS son:
Quienes deseen certificarse deben seguir los siguientes pasos para iniciar el proceso de certificación:
La certificación atestigua el enfoque sistémico de la organización para gestionar la reducción del desperdicio de alimentos y da derecho a la organización a utilizar el logotipo "GO2FS".
El desperdicio de alimentos se produce cuando los alimentos se tiran o se desperdician durante la producción, el procesamiento, la distribución o el consumo.
El término "pérdida de alimentos" se refiere a la disminución del rendimiento cuantitativo y cualitativo de los productos alimenticios durante las primeras etapas de la cadena de suministro debido a diversos factores, como los métodos de cultivo, las condiciones de almacenamiento inadecuadas o las ineficiencias en la cadena de suministro de alimentos.
La nueva legislación en materia de residuos exige a los Estados miembros que apliquen programas nacionales de prevención del desperdicio de alimentos. En 2017, la Comisión adoptó directrices de la UE en las que se aclaraban las medidas pertinentes establecidas en las normas de la UE (por ejemplo, seguridad alimentaria, etiquetado, IVA, etc.) con el fin de contribuir a eliminar cualquier obstáculo existente a la redistribución de alimentos en el marco regulador actual de la UE. La aplicación de esta Norma no exime a la Organización del cumplimiento de requisitos obligatorios, tales como leyes, reglamentos, etc., de carácter internacional, nacional o local aplicables a sus productos, servicios, personal.