Según lo previsto en el art. 2 de la Constitución italiana y en los principales tratados internacionales, el respeto de los derechos humanos inviolables se considera un principio esencial. Por esta razón, RINA promueve y defiende dichos derechos en todas las circunstancias y rechaza toda discriminación basada en género, grupo étnico, idioma, religión, política y condiciones sociales y personales. RINA aplica los principios de la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, la Organización Internacional del Trabajo y las Directrices de la OCDE sobre empresas multinacionales.
RINA respeta el derecho nacional e internacional aplicable en Italia y en todos los demás países en los que opera. Para garantizar el respeto de este principio, las empresas de RINA adoptan Modelos de Organización, Gestión y Control cuya finalidad es la prevención de infracciones en materia de responsabilidad administrativa general y societaria, tal y como prevé el apartado 6 del Decreto Legislativo 231/2001.
En 2013 RINA examinó, mediante un grupo de trabajo específico, las relaciones entre las actividades llevadas a cabo por sus empresas, a la luz de la protección de la imparcialidad y la prevención de conflictos de intereses, a fin de permitir la prestación de servicios de ingeniería y de evaluación de la conformidad y garantizando al mismo tiempo el cumplimiento de las normas de acreditación y autorización aplicables.
El alcance de las Directrices de Imparcialidad es difundir en el seno de RINA el conocimiento de los principios de imparcialidad e independencia, que representan requisitos esenciales en las actividades de evaluación de la conformidad. De manera simultánea, al tiempo que garantizan el cumplimiento de la independencia de las empresas individuales de RINA, estas Directrices definen los principios de comportamiento que cada una de ellas deben adoptar en el desempeño de actividades que, si están relacionadas entre sí y no se gestionan adecuadamente, pueden representar una amenaza para la imparcialidad.
RINA realiza todas las operaciones y transacciones financieras observando los principios de integridad y transparencia y, en todo caso, no lleva a cabo ninguna operación o transacción fraudulenta. Por lo tanto, cada operación financiera ha de estar correctamente autorizada, ser verificable, legítima, coherente y adecuada.
RINA rechaza la corrupción como instrumento para la realización de su negocio. El soborno no está permitido en ninguna circunstancia o incluso si únicamente se trata de sobornar a titulares electos de cargos públicos nacionales e internacionales, funcionarios públicos o proveedores de servicios públicos en calidad de ciudadanos privados. Nadie puede prometer o dar dinero u otras ventajas con el fin de obtener beneficios indebidos para RINA o para sí mismo. Además, nadie puede pedir dinero u otras ventajas para prestar servicios indebidos.
RINA es consciente de la importancia de la propiedad intelectual y por ello respeta y defiende el contenido de todo tipo de propiedad intelectual, ya sea propia o ajena, como derechos de autor, patentes, marcas comerciales, secretos comerciales u otros activos inmateriales.
RINA reconoce que la competencia leal es un elemento fundamental para el desarrollo del negocio corporativo. Por lo tanto, RINA respeta las normas antimonopolio aplicables y las normas de competencia justa y en ningún caso realiza actos o adopta conductas contrarias a la libre y leal competencia.
En las relaciones comerciales y en el desempeño de las actividades de la empresa, RINA se ha comprometido a actuar de una manera clara y correcta, con una conducta caracterizada por la lealtad, el sentido de la responsabilidad y la buena fe.
Los objetivos de la empresa, la propuesta y realización de proyectos e inversiones deben realizarse con el fin de aumentar los activos y los valores administrativos, tecnológicos y cognitivos de la empresa, así como la creación de valor y riqueza para todas las partes interesadas. Para garantizar la transparencia de las operaciones de la dirección, RINA define, ejecuta y actualiza de forma secuencial un sistema de gobernanza corporativa claro y homogéneo, inherente tanto a su propia estructura organizativa como a las relaciones con terceros, en cumplimiento de los estándares de mejores prácticas nacionales e internacionales, sabiendo que la capacidad corporativa para dotarse de reglas funcionales eficientes y efectivas representa un instrumento esencial para fortalecer su reputación en términos de fiabilidad y transparencia y de la confianza de las Partes Interesadas.
La fuerza motriz ideal del código ético se refiere a la ventaja recíproca que todas las partes interesadas puedan obtener, ajustándose a la conducta ética recíproca y cooperativa.
Salud, Seguridad y Medio Ambiente son tres valores importantes que forman la base de la filosofía empresarial del Grupo RINA y que se aplican a las actividades estatutarias de las empresas de RINA. Estos importantes conceptos están muy presentes en la Política de Salud, Seguridad y Medio Ambiente, documento que identifica la filosofía mediante la que RINA trata de lograr sus objetivos empresariales.