El certificado de conformidad de biocarburantes, biolíquidos, combustibles de biomasa garantiza la fiabilidad de la información destinada a demostrar el cumplimiento de los criterios definidos por la Directiva RED II para este tipo de combustibles y para las materias primas y productos intermedios de los que derivan.
Los principales requisitos, a efectos de certificación, son el uso adecuado del suelo, las buenas prácticas agrícolas, en su caso, la información sobre las emisiones de GEI (Gases de Efecto Invernadero) a lo largo del ciclo de vida, la trazabilidad y la cadena de custodia y el origen de los residuos, en su caso.
La certificación es un requisito clave para:
RINA presta el servicio de certificación de acuerdo con los siguientes esquemas de certificación reconocidos por la Directiva RED II:
Los certificados de conformidad emitidos según el Esquema Nacional y según 2BSvs tienen una validez de 5 años y el mantenimiento está sujeto a auditorías periódicas.
Los certificados de conformidad emitidos según el esquema ISCC EU tienen una validez de un año.
RINA cuenta con:
La Unión Europea ha definido desde hace tiempo objetivos vinculantes para la promoción de las energías renovables y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Con el Paquete de Medidas Clima-Energía de 2019, la UE estableció los primeros objetivos para 2020: un aumento del 20 % en la eficiencia energética, una reducción del 20 % de las emisiones de gases de efecto invernadero y una cobertura del 20 % de las necesidades energéticas procedentes de fuentes renovables (con un objetivo específico del 10 % para el transporte). Posteriormente, la Directiva (UE) 2018/2001, conocida como RED II, elevó los objetivos a 2030: al menos el 32% del consumo final bruto de energía debe proceder de fuentes renovables, con un objetivo específico del 14% para el sector del transporte. RED II se encuentra actualmente en revisión como parte del Pacto Verde Europeo, que tiene como objetivo la neutralidad climática para 2050.