Desde el supermercado hasta el restaurante, desde el producto agrícola hasta los alimentos listos para consumir, observamos cada vez más a un consumidor sensible a la calidad de los alimentos, atento al etiquetado y al contenido.
RINA, se dirige al mercado agroalimentario con una propuesta de certificación orientada tanto a la seguridad alimentaria y al cumplimiento de los requisitos obligatorios, como a la valorización de la calidad intrínseca del producto, garantizando la búsqueda constante del cumplimiento de las buenas prácticas en el cultivo, la cría y la producción y la valorización de los productos locales.